Hoy abordamos otra de las características esenciales de entre las que conforman los distintos ecosistemas laborales. Se trata del modo en que en ellos se aborda la comunicación, la difusión de información entre los diversos agentes que intervienen en los mismos. Esto engloba tanto el modo en que fluye la información corporativa hacia los empleados, como los métodos con los que la compañía recoge feedback acerca de diferentes aspectos de su plantilla.
La mayor parte de las empresas suelen hacer de la labor de difusión de la información corporativa un elemento de rutina. Newsletters internas donde se difunden dándoles, probablemente, más relevancia de la que realmente tienen, los éxitos conseguidos por la empresa, las reseñas que la prensa hace de la misma, etc. Pero la transmisión de información corporativa tiene muchos más parámetros que estos. Al menos, hemos de tener en cuenta los siguientes:
- La imagen de la misión, visión y valores que la empresa da de sí misma
- La actualización continua del resultado de las operaciones
- Los planes de futuro
- Los resultados económicos
- La formación permanente en los procesos operativos de la empresa
A su vez, en la bidireccionalidad normal de la información, la empresa debe estar atenta a:
- El punto de vista de los empleados sobre la compañía: sus valores, su cultura empresarial
- El punto de vista de los empleados sobre cómo se abordan las operaciones y sus resultados
- El clima laboral
- El nivel de satisfacción con el rol profesional desempeñado
En general, creo que se puede afirmar que si no existen canales adecuados para la transmisión de todo este conjunto de información, la vida de la empresa sale perjudicada y, por tanto, el resultado de sus actividades, también. Es crucial que los empleados se sientan partícipes de la cultura empresarial, que se involucren en el devenir de la compañía, que participen en las operaciones de forma consciente y comprometida. Y para ello es esencial que se sientan con acceso a todo el conjunto de información necesario.
«Allí donde el liderazgo se ejerce de forma alejada de las personas que operan a diario, difícilmente se consiguen ecosistemas laborales sanos.»
Sentado esto, y respecto a la comunicación desde la empresa al empleado, es conveniente también que hablemos sobre el medio utilizado para canalizar los mensajes. Casi toda compañía media o grande usa herramientas como intranets corporativas, portales del empleado, redes sociales ad-hoc, etc. Son todas unas herramientas excepcionales, pero en ningún caso sustituyen al contacto directo con los líderes naturales, presidente, CEO, director general, mandos intermedios… Todos aquellos que de una forma u otra participan en la creación diaria de la cultura corporativa y hacen que la compañía funcione con unos u otros valores, con una u otra responsabilidad hacia sus empleados y la sociedad donde se desenvuelve. Allí donde el liderazgo se ejerce de forma alejada de las personas que operan a diario, difícilmente se consiguen ecosistemas laborales sanos.
En cuanto a la comunicación de los empleados a la compañía, lo importante es que la dirección pueda tener continuamente el pulso claro de lo que la plantilla piensa, de sus deseos, de sus necesidades. Y no a nivel global, sino particularizando. Sé que esto es una utopía; es imposible que el presidente pueda estar al tanto de la vida de todas y cada una de las personas que desempeñan su labor en una gran corporación, pero sí se deben crear canales para que de forma escalar, la estructura gerencial no sea ajena a esta necesidad. Es decir que cada mando intermedio sea sensible al trato humano con sus subordinados y que la información se canalice hacia arriba no por el frío mensaje en la red social de la compañía sino porque el responsable de una persona se ha encargado de transmitirlo. Evitar los rumores que tanto daño hacen en el trabajo diario es totalmente necesario y solo la transparencia en la información hace que esto pueda lograrse.
La existencia de entidades organizativas propias de los trabajadores, sean estás comités de empresa o cualquiera otras, son, igualmente, de gran ayuda para conseguir esta multidireccionalidad de la información dentro del ecosistema laboral. Los representantes de los trabajadores, en una compañía con una percepción sana de sí misma, canalizan la información en la doble dirección en que circula, y si no hay intereses espúreos por su parte, hacen que fluya sin sobrecarga interesada en las direcciones adecuadas.
«Evitar los rumores que tanto daño hacen en el trabajo diario es totalmente necesario y solo la transparencia en la información hace que esto pueda lograrse.»
Asunto relevante este de la sobrecarga. La información pura no existe. Siempre está sobrecargada con la perspectiva que le añade el elemento transmisor y los prejuicios con los que la recibe el elemento receptor. Es, pues, de transcendental importancia que la información sea lo más veraz y transparente posible para evitar al máximo la toxicidad adicional que las personas le añadimos. Tanto las empresas, como los representantes de los trabajadores deben estar muy atentos a este problema y, en la medida de lo posible, eliminar aquellos canales que introducen más sobrecarga interesada en el proceso de comunicación.
En definitiva, quería resaltar aquí algunos elementos relevantes de la comunicación dentro de los ecosistemas laborales. La perfección en el abordaje de este asunto es algo difícil de lograr en los ambientes tensados por el día a día de las operaciones, pero tender siempre a conseguir la excelencia en este ámbito, nos ayudará a ser una empresa más sostenible. Y ese debe ser el principal objetivo de todo empresario y de todo empleado.