Saltar al contenido

Zapatero y García Escudero se dan besitos

Recientemente hemos podido asistir al espectáculo en el Senado de la amable (casi erótica) despedida del senador del Partido Popular  Pío García Escudero y del presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Dos durísimos contrincantes que a lo largo de los últimos años han polemizado en la mayor parte de las ocasiones, sobrepasando, en distintos momentos, los límites de lo políticamente aceptable. Y, de repente, en la última sesión de control al Gobierno ambos se lanzan discursos laudatorios, resaltan la inteligencia del contrario y casi, casi se abrazan llorosos ante las atónitas miradas del resto de sus señorías.

Al fin y al cabo, nada había de extraño en el anterior exacerbado modo de debatir, ya que es aquel al que nuestros políticos nos tienen acostumbrados desde hace bastantes años. Yo, que me considero un ciudadano relativamente normal, me siento asqueado de la dureza con la que se manejan los argumentos, de cómo se llega a atacar a las personas, más allá de su dimensión política, de la continua falta de argumentos y del exceso de exabruptos. Así, los dos principales partidos políticos (desde mi perspectiva uno más que otro, pero bueno, no dejo de reconocer que esta es mi perspectiva que puede no ser objetiva) no han cejado en su empeño de enardecer a sus seguidores y lanzarlos en contra de sus oponentes. Si tenemos en cuenta que, en general, en este país antes que ciudadanos del mismo nos consideramos cualquier cosa, pues el caldo de cultivo está echado para que una polarización sin límite se apodere de la sociedad. Socialistas contra populares, madrileños contra catalanes y así hasta un largo etcétera de tribus que, desde siempre, parecen haber tenido el placer de agruparse solo para enfrentarse a los otros.

Y, de repente, nos damos cuenta de que no, de que todo es un comic, una farsa. Que los argumentos se manejan solo para enfrentar a los propios contra los ajenos pero luego los líderes se dan besitos en el Senado. Ojo, que no me quejo de que se besen cuanto quieran, ojalá se besaran mucho más. De lo que me quejo es de que no sean conscientes de que esa teatral crispación que habitualmente transmiten a la sociedad, cala cada vez más y que las mentes más simples se dejan arrastrar por ella de modo fácil.

Den los líderes políticos más ejemplos de debatir, argumentar, luchar por sus ideas, pero respetando al contrario. Con ello seguro que hacemos una sociedad donde los demás nos acostumbremos a seguir su ejemplo.

1 comentario en «Zapatero y García Escudero se dan besitos»

Deja un comentario

Descubre más desde Arte de Prudencia

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo