No me importa que el PP haya ganado las elecciones

No me importa, pero sí me perturba. Y me perturba porque no entiendo con exactitud como es posible que tengamos tan poca capacidad crítica, tan pocas posibilidades de analizar y decidir por nosotros mismos, sin dejarnos llevar por las ideas que los distintos medios de comunicación tratan de meternos en la cabeza.

Entiendo que mucha gente haya dejado de votar al PSOE. Lo entiendo, pero no lo comparto. Yo soy votante tradicional del PSOE. Y lo soy más bien por su tinte progresista, aunque también por razones económicas. Entiendo que hoy es difícil distinguir las actuaciones económicas de la derecha y de la izquierda, pero siempre hay algún matiz que me hace acercarme más a uno que al otro. Ese matiz es que la derecha siempre sonstendrá, desde una óptica liberal, que la justicial social va por detrás de la libertad, dentro de su escala de valores. Y dentro de la mía, entiendo que no puede haber libertad sin justicia social verdadera.

Y no se me entienda mal, sé que los partidos conservadores actuales tienen poco que ver con la vieja derecha mucho más dura. Estoy seguro que el PP no va a maltratar a los pensionistas ni a los parados, pero también estoy seguro que el PSOE cuidaría bastante más de lo público.

Permítaseme también que vuelva a los valores personales y sociales. Creo que moriré sin ver una España laica y rigurosamente tolerante con las heterodoxias y las minorías de cualquier tipo. Y en este orden de cosas, el PSOE siempre ha demostrado estar unos cuantos puntos por delante del PP. Ayer me daba miedo ver como las masas enardecidas del Partido Popular gritaban contra Bildu. Tengo algunos amigos vascos y su nivel de satisfacción con la situación actual, en la que ETA ha desaparecido prácticamente del escenario y la izquierda abertzale puede concurrir a unas elecciones sin cortapisas, es enorme. Pues me temo que el PP dará muchos pasos atrás en ámbitos como este (salvo que, claro está, por utilidad política necesite los votos del PNV si no logra la mayoría absoluta en las próximas elecciones).

Tampoco entiendo como en Valencia, con la cúpula del PP prácticamente procesada, este partido arrase en las elecciones. Se dice que en Andalucía el paro es alto y la corrupción también y que por eso la gente votará cambio en las próximas autonómicas. Esta es la misma foto de Valencia, ¿por qué allí la gente no vota por el cambio? Y tengo que dejar constancia de que la corrupción me molesta en sí misma, dándome igual de quien provenga. Sentía tanta verguenza de nuestros gobernantes en aquella última época del PSOE de Felipe González como la siento hoy de cuantos se aprovechan de lo público para sus intereses privados. Pero parece que elector de derechas solo ve mal la corrupción cuando la practica la izquierda, pero la entiende y la disculpa cuando son los suyos las que ponen en práctica.

En fin, no canso más en esta primera aportación. Solo quería dejar constancia de mi desasosiego. Un desasosiego que no hunde sus raíces solo en los resultados de las elecciones de ayer, sino que lo hace en simas más profundas de las que aspiro a hablar en próximas intervenciones. Perdóneseme el atrevimiento de poner cuatro pensamientos deshilvanados en público como si realemente pudieran importarle a alguien.