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8. Hombre inapasionable

Prenda de la mayor alteza de ánimo. Su misma superioridad le redime de la sujeción a peregrinas vulgares impresiones. No hay mayor señorío que el de sí mismo, de sus afectos, que llega a ser triunfo del albedrio. Y cuando la pasión ocupare lo personal, no se atreva el oficio, y menos cuando fuere más: culto modo de ahorrar disgustos, y aun de atajar para la reputación.

 

Este aforismo aborda uno de los aspectos esenciales del pensamiento del Barroco en España y, por ende, del de Baltasar Gracián. Se trata del punto de vista estoico a la hora de considerar los afectos. Lo pasional se percibe desde una óptica negativa, solo librándonos de la pasión, de los afectos, podemos andar el auténtico camino de la vida humana. No cabe duda de que Marco Aurelio y sus seguidores debieron ser una fuente de inspiración para Gracián. En muchos otros lugares recurrirá a los tópicos del pensamiento estoico desde distintas perspectivas. En este aforismo me gustaría quedarme con ese «Y cuando la pasión ocupare lo personal, no se atreva el oficio», abordaje que implica que Gracián ya hacía la diferenciación, que más modernamente establecerá la psicología laboral, entre las características personales y adaptadas de las personas. Se trata de que sepamos señorearnos de nosotros para evitar en el oficio aquello que sabemos que forma parte de nosotros a nivel personal.

1 comentario en «8. Hombre inapasionable»

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