Hoy he recibido los primeros ejemplares de la nueva edición del Testimonio de dos guerras de Manuel Tagüeña que acaba de publicar la editorial Renacimiento. Para mí es emocionante ver ese monumental volumen en el que he trabajado para coordinar la edición, mano a mano con Carmen y Julia Tagüeña, las hijas de Manuel. Me gustaría remarcar en principio que para mí ha sido un honor y un placer haber contado con la confianza de ambas para poder llevar a cabo este proyecto que creo que ha tenido como colofón la edición más depurada de las que hasta ahora se han realizado. Una edición necesaria, ya que las anteriores llevaban agotadas varios años y solo podían encontrarse de segunda mano muchas veces a precios desorbitados dado lo relevante de la obra.
Aunque ya lo he escrito en múltiples ocasiones creo que debo remarcar algunas cuestiones para que se entienda bien aquello de lo que estamos hablando. Manuel Tagüeña Lacorte (Madrid, 1913 – Ciudad de México, 1971) fue teniente coronel del Ejército Popular de la República, amén de uno de los más importantes militares procedentes de las milicias durante la guerra civil española. Miembro del Partido Comunista, al terminar la guerra se exilió en la URSS, desde donde comenzó un periplo por otros países socialistas (Yugoslavia, Checoslovaquia) que le llevó a apartarse de la organización política a la que había dedicado parte de su vida, aunque sin abandonar su ideario progresista. Persona de inteligencia excepcional, compartió su vida entre la militancia política y la dedicación científica (era licenciado en Ciencias Físico-Matemáticas y en Checoslovaquia estudió Medicina). Su trayectoria de exiliado terminó en México, donde escribió su monumental Testimonio de dos guerras, una de las mejores y más ecuánimes obras de memorias en tiempos de la guerra civil.
Hace años que comencé a interesarme por el personaje, tras una novelesca aparición en mi vida de su figura. Quien esté interesado en esos hechos puede consultarlos en otro artículo de este blog, Mi padre en el origen de mi interés sobre la guerra civil. La cuestión es que desde el año 2006 Tagüeña ha ocupado una buena parte de mi actividad intelectual. Trabajé el fondo documental que Carmen Parga, su viuda, había legado a la Fundación Pablo Iglesias en España y trabé una relevante amistad con Carmen y Julia lo que me llevó a visitarlas en México y seguir trabajando allí con el conjunto de documentación que aún quedaba en su domicilio mexicano, actualmente propiedad de Julia. Ello me llevó a publicar en 2015 la obra Manuel Tagüeña. Correspondencia y escritos inéditos que también vio la luz en Renacimiento, así como coordinar dos ediciones de Antes que sea tarde, la maravillosa obra biográfica de Carmen Parga, la esposa de Manuel. La primera en 2009, solo en formato digital, para Luarna Ediciones y la segunda en 2020 también para Renacimiento.
Del Testimonio de dos guerras existían hasta ahora cuatro ediciones. La dos primeras para Oasis, en México que se editaron allí cumpliendo el deseo de Tagüeña de que no se publicaran ni antes de su muerte ni, en España, antes de la muerte de Franco. Los dos posteriores son de Planeta en nuestro país ya tras la desaparición del dictador. Las ediciones de Oasis son las mejores, estuvieron preparadas por Carmen Parga y estaban sumamente revisadas. Las de Planeta lamentablemente no tanto, al menos la segunda que es la que yo he manejado. Supongo que se partió de un escaneado del texto de Oasis y está plagada de errores orto tipográficos. Para preparar la edición de Renacimiento hemos partido de la original de Oasis y la hemos sometido durante varios meses a un proceso exhaustivo de revisión. Algunas cuestiones hemos encontrado incluso en la de Oasis que hemos corregido en esta. Además hemos ampliado el catálogo de fotografías con numerosas aportaciones más allá de las que originalmente contenían las ediciones mencionadas. En esto debo agradecer a Alex Sambró y, sobre todo, a Toni López sus importantes aportaciones.
Carmen y Julia han prologado la obra aportando el punto de vista del sentimiento para mejor centrar la figura de sus padres. A Carmen, la he visto impartir alguna conferencia sobre el tema y levantar lágrimas en el auditorio reseñando los múltiples avatares por los que Manuel Tagüeña y Carmen Parga tuvieron que pasar en su largo periplo humano hasta llegar a México. Esa emoción no cabe duda que ambas hermanas han conseguido volcarla en el prólogo. A mi me ha correspondido la tarea de redactar una introducción que trata de centrar la figura de un personaje tan poliédrico como Manuel Tagüeña.
No se piense el lector que esta es una obra más sobre la guerra civil escrita por uno de sus protagonistas. Tagüeña trasciende esa visión. Es mucho más que eso. En primer lugar es un ensayo histórico, ya que, como el autor nos remarca, usa su biografía solo como un elemento que sirve para anudar toda la trama histórica que nos presenta. Así, pues, la vertiente historiográfica se une a la biográfica para dar más interés a la narración. Pero no son las únicas. Habría que unir a ellas la vertiente de la reflexión teórica, aquella que nos muestra a una figura capaz de sobrellevar distintas parcelas, la política, la científica, la familiar, la militar… y trabajar arduamente en todas ellas a la vez que evoluciona en su forma de ver las cosas al tiempo que aquel terrible siglo XX lo iba haciendo. Comunista que huye del comunismo pero sin maltratar ni la historia del PCE ni sus propias decisiones dentro de la organización. Desengañado de las causas que absorben a los jóvenes para manipularlos. Poliédrico, tratando de aunar su interés por la ciencia con la militancia política. Comprensivo y analítico para las causas que motivaron la contienda. Sin odios ancestrales contra quienes habían sido sus enemigos militares, pero sin arrepentimientos en cuanto a sus decisiones. Y tantas otras cosas.
El Testimonio de dos guerras presenta para el lector una interesante componente barojiana. Bien es cierto que en Baroja la introspección de los personajes se nutre de la ficción mientras que en el caso de Tagüeña lo hace de su propia biografía y de hechos realmente acaecidos. Pero el lector no puede librarse de esas resonancias mientras avanza en el texto. El personaje se construye de forma literaria conforme se va avanzando en la narración y se cuentan los hechos, las motivaciones que condujeron a los mismos y las consecuencias que supusieron. Un ejercicio de introspección de los más brillantes que me he encontrado en el campo de los memorialistas españoles del siglo XX.
Me gustaría remarcar aquí solo unas pocas frases del libro que pueden servirnos de ejemplo de la maravilla que nos vamos a encontrar cuando accedamos a él.
“El mundo estaba muy lejos de marchar conforme a mis ideales. Abundaba el egoismo y la indiferencia ante la suerte de sus semejantes, entre las figuras visibles del catolicismo en el que había sido educado. Era inevitable que buscase algo nuevo con todo el entusiasmo de mi juventud. No podía resignarme a cruzarme de brazos; al contrario creí justo recurrir a la violencia para transformar el mundo. Todo me empujaba a convertirme en revolucionario intransigente; lo del matiz ya dependía menos de mí y más de las circunstancias” (capítulo I)
«Muchas veces me he preguntado por qué me incliné al comunismo. En primer lugar me atrajo su fórmula simplista para resolver el problema social. Al desaparecer los capitalistas y la propiedad privada sobre los medios de producción, las clases sociales perderían su razón de ser y la sociedad entraría en una etapa ininterrumpida de progreso moral y material. Un Estado basado en estos principios tenía necesariamente que gobernar en beneficio de todo el pueblo. Lo que toda esta utopía resultaba en realidad lo supe mucho más tarde” (capítulo I)
“¿Dónde estará la solución? Urge crear una nueva ideología que dé sentido a todas las rebeliones, que justifique tantos esfuerzos y sacrificios y, sobre todo, que dé un nuevo sentido a la vida del hombre. Decía antes que la ciencia está en condiciones de resolver todos los problemas de la humanidad, pero desgraciadamente la filosofía no ha sido capaz de seguirla. Ideologías caducas, éticas insuficientes y filosofías trasnochadas, han llevado al hombre a la desorientación cuando no a la desesperación. Habrá que esperar a que surja algo nuevo. De lo que hay ahora queda por probar la fusión del socialismo con la libertad, fórmula inédita y única bandera bajo la cual merecía la pena luchar, con la esperanza de que abriera un camino a nuevas ideologías y a la paz, el bienestar y la unidad, de todos los pueblos de la tierra” (Epílogo)
El Testimonio de dos guerras no estará disponible en librerías hasta el 26 de abril y en este momento solo puede adquirirse a través de la web de Renacimiento donde se puede adquirir con una oferta especial.